jueves, 11 de junio de 2015

El arte de estar sano.


Deberíamos de hablar de arte o de mérito cuando hacemos referencia a la frase "ser sano" . ¡Qué díficil es! Difícil y caro, y hablo desde la experiencia, ya que yo por circunstancias de la vida debo de llevar una vida sana sin excesos de azucares, ni grasas y mucho deporte.


Y eso conlleva varias cosas como el gimnasio (que algunos optan por deporte al aire libre, que es gratis y muy sano también), el equipamiento, las miles de recetas bajas en grasas, y los productos para llevarlas a cabo... ¡Es un verdadero milagro que en este país seamos 100% sanos!

Y a esta conclusión llegué el otro día en el supermercado.  Cómo socióloga debo ser muy observadora, y eso hice. En general siempre voy mirando los carros de los demás, o los productos que ponen en la cinta. Lo mismo hago con las alacenas de las cocinas. "Dime que comes y te diré quien eres" dicen.

Pues bien: patatas fritas, zumos, bollería industrial, pizza, salchichas, tomate frito prefabricado... En fin, toda una retahíla de productos con millones de conservantes, colorantes, azucares y calorías. Pero oye, eso sí, todo muy asequible de precio. Un zumo de 1 litro de naranja, con todos los azúcares del mundo te puede costa unos 60 céntimos en algunos supermercados, cuando a mi uno natural en el bar de la esquina me lo cascan a 2 euritos. Por no hablar de que una caña de chocolate como muy cara te cuesta un euro, o un paquete de galletas rellenas de chocolate 0,70 céntimos.

Cuando miro mi cesta, que la fruta no me encanta, si no que me vuelve loca, me doy cuenta de que me voy a gastar una pasta y lo único que estoy haciendo es comer de una manera sana. Me voy muy decidida hacia la sandía, que ahora en verano me hace señales de humo desde que entro por la puerta del súper, la cojo, me deslomo para llevarla hasta el peso y cuando le doy a TECLA 68 SANDÍA veo que pesa 7kg y que la gracia me sale por una nariz, los dos brazos y media pierna, ya que está a casi euro el Kg. Echen cuentas...

Pues así con todas las frutas y las verduras del súper, al igual que las pastas integrales (arroz, macarrones, espaguetis...) o el pan de molde integral, que duplican el precio del resto. Pero también con el chocolate y las galletas sin azúcar. Y si ya hablamos de que quiera hacerme una pasta con tomate, y no quiera tirar de bote... Un kg de tomate puede rondar 1,40 euros, y un pack de 3 bricks de tomate prefabricado solo 0,89. Si a los tomates naturales le añadimos: los pimientos, el aceite, la sal, la cebollita... En fin que el platito de pasta no es tan barato a fin de cuentas.
Y ya si hablásemos del tema aceite o de las hamburguesas de un euro del McDonald... Me enervo.

Y no estoy diciendo que un plato de pasta normal no sea sano, estoy diciendo que una manzana es mil veces más sana que un bollicao o que un donuts, pero sale a fin de cuentas más caro.

Está claro que ser más sano, es más caro. Es así, si lo integral es más sano, si la avena es más sana, si el azúcar no lo es... No miento. El problema es que todos los productos que podrían ser más baratos mejorando la salud del país no lo son. No entiendo porqué el ministerio se molesta tanto en hacer campañas de concienciación de vida sana y de alimentos sanos, cuando después ponen tantas dificultades para padres que quizás no llegan bien a fin de mes, y que obviamente, tiran de los más barato para poder darle a sus hijos algo para ir al cole o para comer a media tarde o en el desayuno.
Hay medidas que podrían cambiar, encareciendo un poco esos productos que no producen ningún beneficio, y que se podrían consumir de manera ocasional (que oye, yo soy la primera que me doy caprichos por que me encantan, pero no cada día), y bajando aquellos que son necesarios y saludables para el desarrollo de cualquier ser humano.

Y solo añadir una cosa. He hablado de la sociedad en general sin especificar en diabéticos, celíacos o intolerantes a determinados productos, que estos SI que necesitan alimentarse de una manera determinada, y no pueden andarse con segundos productos más baratos. Es cuestión de supervivencia, y la única alternativa que tienen es gastarse mucho más dinero para poder comer y no morir en el intento.

Pues ea, que tranquila me he quedado después de un año sin escribir.

Buenos días!

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