miércoles, 26 de febrero de 2014

Un pedacito de mí








Abstract: Venezuela for me was a very distant country, in the distance, social and culturally.  I hadn´t any interest in it, but this year I could meet new people that have done grow in me another person. I could change my mind, I felt that they was more similar than I had thought. And, you know what? They are in a bad situation, and I would like to speak about what terrible it is

Keywords: Venezuela, war, dictator, violence, suffering.
Palabras claves: Venezuela, guerra, dictador, violencia, sufrimiento.


            Y muchas veces he pensado que el mundo estaba loco, y creo  que en ninguna de esas veces me he equivocado. Muchas personas pasan hambre, mientras otros ganan por ello. Muchas mujeres no son contratadas en trabajos por ser mujer y por miedo a que se queden embarazadas, mientras que muchos hombres no validos mantienen sus puestos por el mero echo de ser hombres. Muchas niñas mueren por culpa de enfermedades como la bulimia o la anorexia por estándares de belleza marcados por las grandes firmas que se empeñan en poner de "modelos" algo que se sale de lo normal. En sociología diríamos que no podría ser parte de una muestra poblacional, ya que no es lo mas normal en la sociedad que vivimos. Pero ya hablaré de este tema más adelante. 
            Hoy quiero hablar de Venezuela. Sinceramente nunca sentí demasiada conexión con Sudamérica en general, y con Venezuela en particular. Siempre los sentí demasiado lejos, demasiado diferentes, demasiado locos siguiendo a un líder dictatorial sin más visión que la suya propia. Todo esto, como gran inculta que era y aun soy, sin conocer a ningún venezolano y generalizando conceptos. Craso error. 
            Las cosas cambian, la vida te va dando oportunidades y a mí, afortunadamente, me ha concedido conocer a un grupo de personas increíbles. Panamá, Argentina, Paraguay, México, Ecuador, Perú, pero por supuesto Venezuela, las he podido ahondar un poco más y saber qué piensan, cómo viven , qué les gusta, que no... Esto enriquece y te da cosas bonitas que contar a tus amigos cuando vuelves al mini mundo jerezano. 
            Lo peor es que no todas las cosas son buenas, ni agradables, ni divertidas. Es más, ahora voy en el tren pensando en cómo contar a mis amigos y mi familia una realidad que está muy lejos de ellos. Y digo lejos porque seguramente sabrán la mitad de la mitad que yo, algo que veo injusto y retrogrado en los tiempos que corren.
            Hablo de la situación actual de Venezuela y de su población. Se me ponen los pelos de punta de solo pensar lo que están pasando allí. Y podréis pensar que hablo desde el desconocimiento, pero convivo 5 horas al día con mis venezolanas, niñas que me han ganado poquito a poco y que ahora ocupan un gran sitio en mi vida.
            El dolor de ellas se hace presente en mi clase. Caras de tristeza, confusión, inseguridad y rabia, cada vez más cansadas de no dormir por querer oír que pasa en el otro lado del charco. Cada mañana llegan con noticias mas crudas, todas relacionadas con manifestaciones y represión, con familias con despensas llenas de comida y provisiones por la falta de ella en todo el país, por cortes de internet y cierre de redes sociales, pero sobre todo con disparos y muertes de estudiantes que viendo el futuro de su país ya no tienen miedo al régimen y luchan por acabar con esa injusta situación.
            Yo no paro de decir que siento miedo al oírles hablar del panorama. Me siento cobarde al pensar que yo no podría llegar hasta esos puntos. Para mi son valientes porque luchan contra un líder sin corazón, sin alma. Porque luchan por sus familias, por sus amigos y por su país. Porque sienten que deben hacerlo, porque creen que se lo deben. Y no están equivocados. Venezuela ha sufrido mucho, muchos años. Y ahora se encuentra con esto, atentando contra sus derechos humanos y contra sus vidas. 
            Pero no puedo entender, no me entra en la cabeza, cómo nadie pone fin a esto. Cómo nadie interviene. Cómo ven a personas muriendo a tiros, disparados por ejércitos de venezolanos y cubanos, como si con lo primero no fuera suficiente. No hablamos de una guerra. Hablamos de una matanza, porque los estudiantes no tienen como defenderse, y el líder solo piensa en matar por matar.
            ¿Cuánto vale una vida para ellos? Nada. Porque hay que tener mucha sangre fría para disparar alguien que no puede defenderse. Alguien que no esta en igualdad de condiciones, y lo saben. Esta situación da miedo, y lo peor es que no es sentido por los españoles todo lo que debería. Los medios de comunicación ocupan un mínimos espacio en sus informativos, y en algunos ni los nombran. ¿Alguien lo entiende? A mi es algo que no me entra en la cabeza.
            Pero para eso estamos aquí, para contribuir un poco en acabar con esta injusticia. O al menos en concienciar a aquellos que no conocen.
            Porque la situación no es fácil, porque en España se vivió algo parecido y porque hablamos de seres humanos, como tu y como yo, que luchan por lo que nosotros lo haríamos: la vida de las personas que quieren.



3 comentarios:

  1. Gracias, soy venezolana, vivo en Valencia (Venezuela), me he enterado de tu blog por Nany Fernandez, te agradezco un montón todo lo que escribes, son pequeños granos de arena que contribuyen. La solidaridad es un valor imprescindible en nuestras vidas. Un abrazo. Voy a colocarlo en mi perfil del facebook. Mari Luz Thomas Mendoza @mariluzthomas

    ResponderEliminar
  2. Agradecida de la oportunidad q m da la vida de.compartir esta experiencia al lado de.alguien como tu.....gracias por hacert un pokitin venezolana poniendote en nuestro zapatos con esa capacidad increible de empatiA....yo no lo podria expresar mejor....de corazon GRACIAS!!!!

    ResponderEliminar
  3. Millones de gracias por tu contribución a esta justa causa. Cada grano de arena que se sume es importante. Un gran abrazo y muchas bendiciones para ti.

    ResponderEliminar